
Si hay una prenda que nos permite hacer un bonito juego de capas esa es el cárdigan. Esta chaqueta de punto nació como prenda eminentemente femenina y llegó a tener, incluso, nombre de mujer. La también denominada rebeca, en honor a la protagonista del film de Hitchcock del mismo nombre, se caracteriza por no tener cuello y abotonarse en la parte frontal.

En una amplia gama de colores que van desde los azules y grises, a los tonos caldera; podemos encontrar versiones de esta chaqueta de punto con estilo clásico, inspiración universitaria o corte smoking, el cual incorpora solapas, emulando una americana.

A día de hoy, esta versátil prenda se adapta perfectamente a looks formales o casuales, y podemos verla acompañando a un pantalón de vestir y una americana o junto a una camisa denim y un pantalón chino.

Al combinar un cárdigan, nuestro consejo es elegirlo en un color más claro que el de la blazer.
El resultado será un juego de capas perfecto, elegante, pero casual.

Si por el contrario, buscáis una opción más sport, probad a desabrochar por completo la rebeca y dejar que se vea la camisa.

Esta temporada, añade un toque de estilo preppy a tus looks, con los cárdigan de algodón, como alternativa al jersey o la sudadera.
